Fue hace tres días, era un camionero rudo con abundante vello facial, lo que más recuerdo de él es un penetrante olor a aceite para auto, transportaba sandías que llevaba a un puerto cercano a la casa de mi amiga a la que yo visitaría por ser verano. Me fuí de mochilazo porque el último dinero lo gasté en un lugar de maquinitas y hace años no jugaba Dance Dance Revolution y Dios sabe cómo añoraba subirme a esa plataforma luminosa. Después de 16 afronovas y muchos healing en modo maniac no tenía fuerzas para seguir mi camino, a pesar de estar relativamente cercana a mi objetivo, decidí caminar cerca de la autopista y pedir aventón, afortunadamente Don Teodoro detuvo su trailer seguido de la pregunta:
-"¿Pa' dónde vas mija?"
-Para el proximo puerto- respondí.
-"Súbele que no son horas criatura"-
Despúes de unos minutos de silencio me dijo:
-"hueles rico niña"-
a lo que respondí:
-es que me sudó la panocha con tanto brinco en las maquinitas Don-
-"¿Podría oler más de cerca?"- dijo él con una voz casi susurrante.
-Cómo no, atásquese Don- respondí con la intención de pagar de algún modo su amabilidad al llevarme gratis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario