Recuerdo muy bien a Manuelito, era un compañero de escuela, gordito, alto y algo homosexual al cual los otros niños le hacían burla por vestir con un suéter de niña, tenía botones en vez de ser cerrado, le temía a todo y era muy callado, incluso mantengo en mi memoria aquel día en que repentinamente le bajaron los pantalones y se echó a llorar, pero ¿quienes eran los culpables de que lo molestaran? ... Sus irracionales y despreocupados padres. Porque son ellos los que te guían en los primeros años de vida (años que jamás se olvidan) y si un niño es bueno, malo, fuerte, débil, hábil, tonto etc. para bien o para mal esas características son meritos exclusivos de los padres, por eso se supone que si te aventuraste a ser padre debes ser un buen ejemplo y si no fuiste afortunado en poseer características mentales privilegiadas y eres un completo idiota se recomienda abstenerse.
Después de mucho tiempo, me topé a la madre de Manuelito pidiendo dinero en un parque y oliendo a mil culos diarreicos, su pestilencia era tal que me percaté de su "cercanía" por el viento que soplaba en contra mía mientras degustaba una guajolota, hecho que me hizo perder el apetito de inmediato. A muchos de ustedes les causaría repulsión, pena y posiblemente tristeza, pero la realidad es que esta hija de la chingada, debió de haber sido una buena madre para que Manuelito no se olvidara de ella en su vejez, en cambio lo mandaba a la escuela con un suéter de niña y muchos motivos para odiar la escuela, a su guardarropa, a los otros niños, a su vida y a él mismo.
los padres tienen esa idea errónea de procrear con la esperanza de que en algún momento cuando el destino los alcance, puedan depender de sus hijos y vivir sin preocupaciones... oh grave error ¿por qué alguien querría cuidar aun viejito achacoso que te jodió la vida, en especial la infancia? Así que piénsalo dos veces antes de mandar a tu hijo con un suéter niña a la escuela, no vaya ser que termines oliendo a perro muerto.
"malditos traumas de la niñez."
Después de mucho tiempo, me topé a la madre de Manuelito pidiendo dinero en un parque y oliendo a mil culos diarreicos, su pestilencia era tal que me percaté de su "cercanía" por el viento que soplaba en contra mía mientras degustaba una guajolota, hecho que me hizo perder el apetito de inmediato. A muchos de ustedes les causaría repulsión, pena y posiblemente tristeza, pero la realidad es que esta hija de la chingada, debió de haber sido una buena madre para que Manuelito no se olvidara de ella en su vejez, en cambio lo mandaba a la escuela con un suéter de niña y muchos motivos para odiar la escuela, a su guardarropa, a los otros niños, a su vida y a él mismo.
los padres tienen esa idea errónea de procrear con la esperanza de que en algún momento cuando el destino los alcance, puedan depender de sus hijos y vivir sin preocupaciones... oh grave error ¿por qué alguien querría cuidar aun viejito achacoso que te jodió la vida, en especial la infancia? Así que piénsalo dos veces antes de mandar a tu hijo con un suéter niña a la escuela, no vaya ser que termines oliendo a perro muerto.
"malditos traumas de la niñez."
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